miércoles, 16 de enero de 2013

CREDO NICEO-CONSTANTINOPOLITANO

LA PROFESIÓN DE FE COMO UNA ORACIÓN DIARIA PARA EL AÑO DE LA FE:

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, JESUCRISTO,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz.
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación, bajó del cielo;
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el ESPÍRITU SANTO,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo,
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo la iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.

Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

martes, 4 de diciembre de 2012

INDULGENCIA PLENARIA POR EL AÑO DE LA FE

 Benedicto XVI concederá a los fieles la indulgencia plenaria con motivo del Año de la Fe que será válida desde su apertura (11 de octubre de 2012 hasta su clausura, 24 de noviembre de 2013) , según informa el decreto hecho público el 5 de octubre 2012, firmado por el cardenal Manuel Monteiro de Castro y por el obispo Krzysztof Nykiel, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.
“En el día del cincuenta aniversario de la solemne apertura del Concilio Vaticano II -dice el texto- el Sumo Pontífice Benedicto XVI ha establecido el inicio de un Año particularmente dedicado a la profesión de la fe verdadera y a su recta interpretación, con la lectura o, mejor, la piadosa meditación de los Actos del Concilio y de los artículos del Catecismo de la Iglesia Católica”.
“Ya que se trata, ante todo, de desarrollar en grado sumo -por cuanto sea posible en esta tierra- la santidad de vida y de obtener, por lo tanto, en el grado más alto la pureza del alma, será muy útil el gran don de las indulgencias que la Iglesia, en virtud del poder conferido de Cristo, ofrece a cuantos que, con las debidas disposiciones, cumplen las prescripciones especiales para conseguirlas”.
“Durante todo el arco del Año de la Fe -convocado del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013- podrán conseguir la Indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados impartida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados, que hayan comulgado sacramentalmente y que recen según las intenciones del pontífice:
A)Cada vez que participen al menos en tres momentos de predicación durante las Sagradas Misiones, o al menos, en tres lecciones sobre los Actos del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del Catecismo de la Iglesia en cualquier iglesia o lugar idóneo.
B)Cada vez que visiten en peregrinación una basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el Ordinario del lugar para el Año de la Fe (por ejemplo basílicas menores, santuarios marianos o de los apóstoles y patronos) y participen en una ceremonia sacra o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y concluyan con el rezo del Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima, las invocaciones a la Virgen María y, según el caso, a los santos apóstoles o patronos.
C) Cada vez que en los días determinados por el Ordinario del lugar para el Año de la Fe, participen en cualquier lugar sagrado en una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la Profesión de fe en cualquier forma legítima.
D) Un día, elegido libremente, durante el Año de la Fe, para visitar el baptisterio o cualquier otro lugar donde recibieron el sacramento del Bautismo, si renuevan las promesas bautismales de cualquier forma legítima.
Los obispos diocesanos o eparquiales y los que están equiparados a ellos por derecho, en los días oportunos o con ocasión de las celebraciones principales, podrán impartir la Bendición Papal con la Indulgencia plenaria a los fieles.
El documento concluye recordando que los fieles que "por enfermedad o justa causa" no puedan salir de casa o del lugar donde se encuentren, podrán obtener la indulgencia plenaria, si “unidos con el espíritu y el pensamiento a los fieles presentes, particularmente cuando las palabras del Sumo Pontífice o de los obispos diocesanos se transmitan por radio o televisión, recen, allí donde se encuentren, el Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima y otras oraciones conformes a la finalidad del Año de la Fe ofreciendo sus sufrimientos o los problemas de su vida”.

martes, 27 de noviembre de 2012

EL ROSARIO Y EL AÑO DE LA FE

El 11 de octubre comenzó el Año de la Fe, y como octubre es el mes del Rosario, comenzó con la gracia de la Madre de Dios. En efecto, el Rosario es una llave que nos abre la puerta de la Fe. En esta oración, María nos toma de la mano y nos introduce en los Misterios de la Fe. Nos enseña a seguir a Jesús en todas las situaciones de la vida y a confiar de forma incondicional en su palabra. Con el Rosario podemos, en este Año de la Fe, ser más conscientes que nunca de que pertenecemos a Cristo.
Joachim Cardenal Meisner relata así un encuentro con católicos rusos de origen alemán que, en 1975, realizaron un viaje turístico a la República democrática alemana y que por su paso por Erfurt volvieron a participar, después de treinta y cinco años sin hacerlo, en una Misa católica: “Después de la Misa, un señor del grupo me preguntó: ´¿Qué verdades de la Fe tenemos que transmitir a nuestros hijos para que alcancen la vida eterna?´. Yo quise darles a cada uno una Biblia y un Catecismo, pero él me dijo: `Llevar libros a la Unión Soviética es más peligroso que llevar armas´. Entonces le pregunté si podían llevar un rosario. Él respondió: `Como recuero nos podemos llevar un rosario, pero ¿qué tiene que ver eso con mi pregunta?´. Entonces le expliqué: `Al principio del Rosario cuelga un crucifijo, que es como un libro que nunca llegaremos a conocer a fondo. Con él rezamos el Credo, que es toda nuestra doctrina de la Fe. A continuación, le siguen las primeras tres perlitas. Aquí rezamos por las tres virtudes divinas: Fe, esperanza y amor: esto es toda nuestra doctrina de la vida. Después le siguen las cuentas de los Misterios de la vida de Jesús, que son, por así decir, Evangelios en escritura secreta o en braille, pues solo se pueden tentar con las manos y con el corazón; ningún servicio secreto puede descifrarlos. No es necesario creer y vivir más para acceder al Reino de Dios´. El hombre tomó el rosario en su puño y exclamó: ¡Tengo toda la fe católica en una sola mano!”.
Recemos con nuevo afán el Rosario y confiemos así a la Madre de Dios la renovación de nuestra fe. Ella nos ayudará a convertir la Fe en testimonio de amor vivo, porque la fe se evidencia en obras de amor.
(P. Martin M. Barta, Asistente Eclesiástico)

jueves, 15 de noviembre de 2012

PREGUNTAS Y RESPUESTAS BÁSICAS SOBRE EL AÑO DE LA FE

1. ¿Qué es el Año de la Fe?
El Año de la Fe “es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor,
único Salvador del mundo” (Porta Fidei, 6).

2. ¿Cuando inicia y termina? Inicia el 11 de octubre de 2012 y terminará
el 24 de noviembre de 2013.

3. ¿Por qué esas fechas? El 11 de octubre coinciden dos aniversarios:
el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. La clausura, el 24 de noviembre, será la solemnidad de Cristo Rey.

4. ¿Por qué el Papa ha convocado este año?
“Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas”. Por eso, el Papa invita a una “auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo”. El objetivo principal de este año es que cada cristiano “pueda redescubrir el camino de la fe para poner a la luz siempre con mayor claridad la alegría y el renovado entusiasmo del encuentro con Cristo”.

5. ¿Qué medios ha señalado el Santo Padre?
 Como expuso en el Motu Proprio“Porta Fidei”:
• Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, especialmente en la Eucaristía.
• Dar testimonio de la propia fe.
• Redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos principalmente en el Catecismo.

 6. ¿Dónde tendrá lugar? Como dijo Benedicto XVI, el alcance será universal. “Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre. En este Año, las comunidades religiosas, así como las parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas, encontrarán la manera de profesar públicamente el Credo”.
7. ¿Dónde encontrar indicaciones más precisas? En una nota publicada por la Congregación para la doctrina de la fe, el 6 de enero de 2011 (se puede leer íntegramente en http://www.vatican.va/).  Ahí se propone, por ejemplo:
- Organizar peregrinaciones, celebraciones y reuniones en los principales Santuarios.
- Realizar simposios, congresos y reuniones que favorezcan el conocimiento de los contenidos de la doctrina de la Iglesia Católica, y mantengan abierto el diálogo entre fe y razón.
- Leer o releer los principales documentos del Concilio Vaticano II.
- Acoger con mayor atención las homilías, catequesis, discursos y otras intervenciones del Santo Padre.
- Fomentar el aprecio por el patrimonio artístico religioso.
- Acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia.
- Usar en los colegios el compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.

8. ¿Qué documentos puedo leer por ahora?
• El motu proprio de Benedicto XVI “Porta Fidei”.
• La nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe.
• El Catecismo de la Iglesia Católica.
• El compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.
(Todos ellos, incluido el Catecismo de la Iglesia Católica, se pueden leer y descargar en http://www.vatican.va/).